
El mejor modo de empezar será presentando la ciudad que me ha visto crecer, un cruce de caminos entre el Mediterráneo y la Meseta, entre Murcia y Valencia.
Ciudad histórica, coronada por su símbolo más característico, un castillo de origen árabe y posteriormente ocupado y acabado por los cristianos, "La Atalaya" a cuyos pies fue creciendo la ciudad. Con población constatada en el paleolítico, es en época visigoda cuando ya hay certeza de la existencia del actual núcleo, posteriormente fueron árabes y cristianos los que habitaron y habitan estas tierras, y varones y marqueses los que decidieron elegirla para residir, y permitiendo que la ciudad diera nombre a un Señorío, Principado, Ducado y finalmente Marquesado.
Los casi 35.000 habitantes de la capital del Alto Vinalopó recibirán al visitante con las puertas abiertas, además de su castillo, la tierra que vio nacer al compositor Chapí o al escultor Navarro Santafé, posee un importante tesoro de la edad de bronce, descubierto en 1963 en unas obras que se realizaban en una rambla cercana a la ciudad. El casco antiguo y su trazado medieval recogen el mayor encanto de la ciudad y otros elementos destacables como la Iglesia de Santiago y la de Santa María o el Ayuntamiento.
Importante es también la práctica deportiva en las inmediaciones de la ciudad, con importantes senderos y rutas, rocódromos naturales...
Para acabar, reseñar el gran valor de sus fiestas de Moros y Cristianos, en honor a la Virgen de las Virtudes, patrona de la ciudad desde 1474. Bloques y escuadras de festeros, mujeres y hombres, pequeños y mayores, en sus 14 comparsas, hacen una gran fusión de sonido y color.
Mayor información de donde y que comer, dormir..., en la WEB de Turismo de Villena.
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